La cortina de Wenders

Viendo el documental Tokio Ga de Mr. Wim Wenders, hay un momento en el que el propio Wenders habla con Yuuharu Atsuta, el operador de toda la vida de Ozu. Tras una imparable escalada emocional de la conversación, que lleva al Sr. Atsuta irremediablemente a las lágrimas, éste le pide a Wenders hasta tres veces que lo deje solo. Después de tardar todo un mundo en hacerle caso, finalmente la cámara acaba abandonando el rostro del Sr. Atsuta y reencuadrando improvisadamente una cortina. Aún sin saber quién es realmente el que toma la decisión de mover la cámara (es Wenders mismo?, es su operador?), el planito de la cortina es para mí el mejor de la peli.  Sólo echo de menos que no se produjera antes, pero ya sabemos que a Wenders le va un poco el rollo baboso-necrófilo. Toda la conversación con Atsuta tiene un aire a «Diario de Patricia» televisivo que no veas, pero la textura del 16mm y, cómo no, el reencuadre de la cortina lo salvan, llevándolo a otro estadio justo en el último momento.

Hackeados

Durante los últimos días hemos sufrido un ataque a los blogs de nuestro servidor. Lo he solucionado reinstalando la ultima versión de WordPress (la 2.5.1, que en teoría soluciona estas cosas), pero disculpas si todavia hay algun comportamiento extraño…

Muerte en Venecia

Tadzio

Escribo esto desde la platea casi vacía del Gran Teatre del Liceu. A mi alrededor hay una docena de personas (la mitad alemanes) escrutinando todo lo que sucede en escena… El próximo martes se estrena Muerte en Venecia, dirigida por Willy Decker, y con escenografía de Wolfgang Gussman. Con ellos he colaborado en lo que es la segunda vez (¿alguien recuerda la primera?) que me encargan junto a Toni Mena la elaboración de la parte visual de una ópera.

Ahora se trata de las proyecciones de video e imágenes fijas (también impresas) que aparecen durante las tres horas y pico en las que el profesor Aschenbach se debate entre disquisiciones sobre la belleza, mientras palma irremediablemente. Esta vez ya no me ha pillado por sorpresa la locura que se apropia del personal cuando se va acercando el estreno… Sorprendentemente me encuentro celebrando el triunfo del espectáculo en vivo frente al enlatado, tan devaluado estos días… La góndola se mece en el agua ralentizada en Retimer al 10 por ciento, y a mí se me ocurre que quizás es el momento de preparar un show operístico y aplazar momentaneamente la lucha por un nuevo largometraje….

No hay posts: estás muerto

Plantearse como gastar el tiempo de una forma «eficiente» es inútil para mí, aunque en momentos de lucidez vea claro que debería ser una mezcla de intuición, amor-pasión y libros de autoayuda tipo «Getting things done». La intención de la presente proclama es evitar el cobro del seguro de vida por parte de un allegado. La ventaja de mantener la amistad después de haber involucrado a colegas en aventuras personales de incierto final, es que la densidad del enlace se espesa, y se convierte en duradero, casi indestructible… Mejor ser críptico que yacer bajo tierra.

Pepe Pereza me envía un enlace donde aparece un texto suyo, y se habla de «Nos hacemos falta»… Un abrazo, Pepe….

Nadir online

Nadirfilms.com ya está on-line. Poco a poco se irán depurando los contenidos, pero al menos ahí está… El viejo dominio saltodeeje.com ahora apunta también a la nueva dirección. Los proyectos de los que ahora se hablará en la web siguen su curso, las últimas semanas se ha avanzado en muchos de ellos y os aconsejo que consultéis las noticias en Nadir antes que en este blog.

Durante la semana pasada estuve en el festival de Clermont-Ferrand, donde nunca antes había acudido. He vuelto con la impresión de que por aquí no nos enteramos mucho. Toda la polémica sobre los cortometrajes en los Goya, todo el menosprecio endémico al mundillo del corto se acabaría de un plumazo invitando a los responsables de la academia y a algún que otro descreido a darse un garbeo por Clermont. Más de 50.000 cortos en su base de datos disponibles al instante, un mercado de cortos impresionante y un respeto por el medio que debería ser norma y no la excepción.

Y mi siguiente peli será otro cortometraje.

Nadir Films 2.0

He encargado a Crealogica la creación de la web de Nadir Films y Salto de Eje. Blanco y negro, casi nada de flash (excepto los clips de vídeo que estarán en flv), cumplir todos los estándares web y fácilmente actualizable por cualquiera del equipo, esos han sido básicamente mis requisitos. Supongo que meter toda la info en la web nos ayudará a organizarnos también internamente. El lanzamiento de la web será el arranque público de la nueva productora, Nadir Films SL. Ya he comprobado que deletrear N-A-D-I-R es mucho menos angustioso que s-a-l-t-o-d-e-e-j-e (por teléfono habré soltado cientos de veces aquello de «Salto de Eje» son tres palabras: Salto de saltar, la preposición «de», y eje e-jota-e). Me hubiera gustado elaborarla personalmente, pero los meses van pasando y siempre pongo otras tareas por delante, así que esto asegura que en breve la web estará en marcha y actualizada.

Aunque Nadir toma el relevo de casi todos los proyectos de SdE, eso no significa que Salto de Eje fallezca. Eso sí, la reservo para las aventuras más personales y/o encargos puramente alimenticios en los que sólo yo esté implicado. Durante muchos años el hecho de compartir nombre con nuestros colegas de Madrid nos ha supuesto alguna que otra confusión. Ahora eso se terminó. Además, que ostias, a mí nunca me gustó el nombre, y ni siquiera lo elegí. Pero eso es otra historia…

Por cierto, sé que hay gente que ha colaborado en Nitbus y que chequea este blog de vez en cuando para conocer el recorrido del corto. En su día abrí la web www.nitbus.com y ahí os remito.

Milano 2007

He vuelto a Milano. Hace dos años que dejaba la ciudad después de siete meses de trabajo. Ahora es muy diferente, nada que ver con multinacionales, estoy aquí gracias a «Nitbus», el cortito. Viendo las estadísticas de cortos seleccionados me parece un milagro que nos hayan llamado. He invitado a mis antiguos compañeros de curro de San Giuliano al pase de mañana, creo que me sentiré bastante extraño… Y ya de paso convertiremos este blog temporalmente en un diario, cualidad que quizás nunca debió abandonar. Ultimamente se había convertido más bien en anuario…

Adriana, la chica del festival que me tiene que dar la acreditación no llegará hasta el pomeriggio. Es la excusa perfecta para explicar que ha nacido una nueva productora, «Nadir Films SL», digna sucesora de Salto de Eje SL, con la que de momento convivirá. El nacimiento de Nadir coincide con una apabullante agitación creadora. La oficina está más repleta que nunca, y pronto tendremos nuevas producciones que celebrar. Un largo de ficción (el proyecto más gordo, del que ya se ha hablado en este santo rincón), un par de documentales, otro cortito, super-ochos, y más. Y por fin, antes de que me calienten la nuca con una merecida colleja, volverá a estar operativa la web de Salto de Eje / Nadir. Mañana más.

Desincronía

10:30. Me llaman desde el Festival de Elche diciéndome que el sonido de la copia 35mm de Nitbus está mal. Me preocupo. Es la misma copia que vimos en el Casablanca, y sutilezas aparte sobre los graves o los agudos, el audio era correcto. Intento averiguar qué es lo que está mal. ¿Distorsiona? ¿El volumen es demasiado bajo? La chica no ha visto el corto. Tiene que hacer unas consultas al proyeccionista y me vuelve a llamar, pero me aconseja que si tengo otra copia a mano, la vaya preparando para enviarla urgentemente a Elche. El festival empieza el viernes.

11:10. He pasado cuarenta minutos un poco (bastante) desconcertado. He llamado a Cuti, el mezclador de sonido. Me ha salido su buzón de voz, pero quizás mejor así, porque no sabría qué explicarle exactamente. Sólo que el sonido está mal, todo mal. Finalmente recibo la llamada. Ya saben qué es lo que está mal. El proyeccionista dice que de repente los diálogos suenan bajos, muy bajos, inaudibles (¿?) y el sonido está desincronizado. Uy. ¿Cuánto?, pregunto, ¿unos fotogramas, un segundo? ¿Atrasado o adelantado?. No, no. Totalmente desincrónico. Menudo bajón. Podría ser que los rayos X, o el lector de códigos de barras del transportista hayan afectado al celuloide. Mientras la oigo hablar se me enciende la bombilla, claro que sí, el audio de Nitbus es desincrónico. Intencionalmente desincrónico. Lo intento explicar atolondradamente, me siento rarísimo explicando mi propio corto en términos de desincronía sonora, no sé si consigo hacerme entender. Le pregunto si aparte del proyeccionista alguno de los otros espectadores notó algo raro, quizás el jurado: le remito a consultar a Nacho Vigalondo o Vicente Verdú. Se extraña mucho de que conozca la composición del jurado, estando yo en Barcelona. Le aclaro que no conozco personalmente a ninguno de los dos, simplemente sigo eventualmente el blog del primero en El País, y lo hizo público en su post del 12 de julio. Aquí los argumentos sonoros terminan, el diálogo ha sido muy amigable con Marian, que así se llama. Finalmente llegamos a la conclusión de que lo mejor es que ella misma vea el corto, y que decidamos luego si probar con una nueva copia. Le comento que estoy completamente a su disposición. Y esta vez es más cierto que nunca.

12:45. No llamo a nadie, tampoco me puedo concentrar en nada. No sé si será por mis poco sólidos argumentos sobre la desincronía sonora en el cortometraje, pero no estoy para tirar cohetes. Suena el teléfono otra vez, el mismo número de antes. Espero encontrar al otro lado a Marian, pero en esta ocasión una voz masculina me saluda. El director del festival, se me presenta. Con tono risueño me tranquiliza: el corto está bien, no tengo que enviar otra copia. Puedo olvidarme de todo, me dice, no sé si seré capaz. Le resumo atropelladamente las conversaciones anteriores con Marian, y aclaro otra vez que no conozco al jurado, que nunca he saludado a Vigalondo ni a Verdú. Se ríe. Nos despedimos.

Qué infantil y absurdo ese interés mío en excusarme de no conocer al jurado. Espero que el viernes que viene estén en Elche y pueda saludarles personalmente, darles un abrazo. Y acto seguido preguntarles por la desincronía.