Este agosto he recuperado por casualidad las novelas del Sr. JM Riera de Leyva, que ya leí en su dia, a mitad de los 90. He releído las 4 que publicó en Anagrama: «Lejos de Marrakech», «Territorio enemigo», «Aves de paso» y «Una cerveza en Kenia». Se leen rápido, no son nada tocho, y según las solapas son todas de estilo cinematográfico, vete tú a saber lo que significa eso. La verdad es que las he disfrutado bastante, pensé que me decepcionaría su relectura y no ha sido así. Lamentablemente, van de más a menos, la mejor de largo es la primera, «Lejos de Marrakech», la más arriesgada y lograda. La última es la más convencional y tira mucho de estereotipos, el protagonista y sus coetáneos no me interesan demasiado. Incluso en la primera, Riera brilla más cuando narra situaciones más cercanas y menos ficcionadas.
Pero lo más curioso de todo es cuando he buscado al Sr. Riera de Leyva en Google. Apenas he encontrado nada relevante sobre su persona. No sé si sigue escribiendo, ni siquiera si aún está vivo, espero que así sea. Apenas unas declaraciones en la hemeroteca de El País cuando ganó el Premio Herralde por «Aves de paso», diría que robadas por el periodista vía telefónica. El resto, escuetas menciones a sus libros, escasas reseñas en blogs, notas de sociedad en las que aparece en calidad de marido de su mujer, una aristócrata centroeuropea. Poco más.
En lugar de frustrarme, semejante invisibilidad en la nube ha incrementado mi renovada fascinación por este señor. Hasta hace poco, la presencia indiscriminada en el buscador de buscadores era un valor añadido. Empiezo a creer que ahora sucede justo lo contrario.