A pesar del hecho de que llegué a esto de los weblogs muy de rebote, no puedo evitar reflexionar sobre algunos de los comentarios que he leído en algunas bitácoras/weblogs. Sobre todo me ha llamado la atención dos discusiones: una la consideración (o no) de algunos weblogs como «arte», y la otra el desprestigio inmediato de los weblogs personales o diarios simplemente por el hecho de serlo. Sobre la primera disquisición, si es posible que weblog=arte, sólo se me ocurre que es un dilema inocuo. De otro modo, ¿es que se espera un tipo de reconocimiento más elevado de un weblog una vez encaramado oficialmente al tranvía del hecho artístico?. Me recuerda muchísimo a la discusión en los foros comiqueros sobre la exclusión de la historieta de su consideración de arte con mayúsculas, para ser catalogada simplemente como un género menor, vagón de cola de la literatura, cine, pintura…
A pesar de que no pretendo pontificar, aquí van algunas observaciónes que me rondan.
La necesidad de arrancar hasta la más simple de las weblogs puede ser comparada a la de escribir una novela o pintar un cuadro, por qué no. La propia herramienta a veces define el hecho artístico, y en este caso elegir los vilipendiados HTML, XHTML, CSS, etc. en lugar de una paleta o una cámara nos convierte además, teóricamente, en inmediatamente accesibles por todo el mundo. Pero la realidad más cruel es que formamos parte de un mundillo endogámico en el que nos leen nuestros colegas o los demás weblogueros exclusivamente. ¿Quién está en condiciones de romper este círculo en términos de interés y audiencia? Aquél que transmita algo más que lo manido y lo esperado, aquél que traspase lo romo y lo sobado de la mayoría de contenidos y esté en condiciones de aportar estímulos a quién esté accediendo. No me estoy refiriendo obligatoriamente a nada sesudo, ni aburrido. Ni tampoco a weblogs relacionados con arte «serio» como la pintura o la escultura o el diseño cool. El día que haya weblogs comedia, weblogs ensayo, filosofía, pintura, terror, poesía, fantasía, weblogs feministas, reivindicativos, suicidas y encuentren todos su audiencia, su crítica, etc. entonces reabriremos la discusión. O eso, o cuando un floppy conteniendo stylesheets CSS de vanguardia se venda enmarcado en Sotheby’s por 3’6 millones de dólares.
En cuanto al segundo tema, el desprestigio de los journals, o weblogs personales, creo que cargarse de un plumazo el género es un error absoluto. ¿Qué diferencia el diario de Cesare Pavese de nuestro weblog confesional? Pues la hostia de cosas, para empezar la tremenda personalidad del autor. Recuerdo que seguí el weblog de Trey Gunn y Robert Fripp de King Crimson durante su gira 2000. ¿Qué esperaba encontrar en estos diarios, que por otro lado no son un dechado de buena literatura? Pues quizás simplemente alargar un poco mi disfrute de sus habilidades y capacidades como músicos. Estoy interesado en su música y sus weblogs me parecen una iniciativa estupenda y un complemento impensable hace algunos años. Un ejemplo original y una caricatura de este tipo de weblogs es éste.
Con esto ya estamos salvando la tira de weblogs personales. Luego están los diarios de gente sin habilidades destacables, a los que no conocemos de nada y de los que no aguantaríamos cinco minutos de charla en cualquier bar, es de recibo reconocer que sumados concentran una ingente cantidad de bits, pero de vez en cuando emerge alguna luminaria que eleva las miserables vivencias cotidianas a una categoria superior. ¿Cómo reconocer a este genio entre tanta purria? Pues no tengo ni idea, yo llevo ya unas cuantas noches buscando, pero mi teoría es que cuando algo vale la pena, acaba abriéndose camino. Yo es que nací optimista…